martes, 3 de mayo de 2011

Se llama asesinato


Alucinado me quedo con la reacción de medios de comunicación e instituciones a nivel mundial, con el asesinato de Bin Laden, que para empezar, ni siquiera se califica como tal, y se limitan a definir como “muerte de Bin Laden”. Alucino al ver al Premio Nobel de la Paz regocijándose ante el asesinato de un hombre, que equivocado o no, malvado o no, no deja de ser una persona. Un hombre de 54 años que al igual que Sadam Hussein, al igual que Gadaffi, no fue más que otro buitre alimentado por el imperio, como muy bien titula Óscar en su blog, y al que el mismo imperio se quitó de enmedio cuando le dejó de servir, consiguiendo provocar a EEUU el mayor daño de su historia utilizando las artimañas aprendidas de la CIA.

Un atentado el del 11-S, de que caben decir dos cosas, la primera, que no sé hasta que punto la administración Bush no pudo impedirlo, y segundo, que dicho atentado y dicha persona, Bin Laden, les ha venido a la perfección a EEUU para justificar sus guerras preventivas contra todo país musulmán, la imagen de Bin Laden ha sido convertida por EEUU en icono del mal, y ha concentrado al rededor de ella toda esa farsa calificada de “lucha contra el terrorismo internacional”, y la verdad, viendo los beneficios económicos provocados por esas guerras apadrinadas por el icono del mal, me parece un espectáculo circense ver la celebración y la apoligía al asesinato de una sociedad que se autodefine como cristiana.

Dicho esto, las formas y los métodos empleados para dar caza a Bin Laden, me han parecido una auténtica bestialidad, está claro que la ética de EEUU nos hacía saber que desde hace diez años, el objetivo no era detenerlo, sino matarlo, y esa es la razón por la que en esta película, los terroristas son todos, y no hay buenos y malos como nos lo parecen pintar, aquí todos matan, todos asesinan, todos usan la muerte para encauzar sus intereses políticos o religiosos y para engordar sus negocios, hoy, poca diferencia hay entre el terrorista asesinado y los terroristas que le han asesinado, a pesar de que los segundos sean hoy considerados héroes. En un mundo civilizado en el que se supone que deben existir un código ético que cumplir, y que son exactamente lo que diferencian a un terrorista de un demócrata, deben existir mecanismos de sobra para apresar a Bin Laden, enjuiciarlo en un tribunal internacional de derechos humanos y asegurarle una larga condena por sus crímenes cometidos. Eso, sencillamente, es justicia, lo que ha ocurrido hoy, se llama asesinato.
http://luchadisidente.wordpress.com/2011/05/03/se-llama-asesinato/

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